Florida: Los manatís en peligro, según cifras alarmantes

Alarmantes cifras denotan que los manatís mueren por decenas en Florida, principalmente por la falta de alimentos naturales, y deberían ser incluidos nuevamente en la lista de especies en peligro de extinción, señalaron grupos ambientalistas. Presentaron una petición al Servicio de Pesca y Vida Silvestre y sostienen que fue un error sacar a los manatís de la lista en peligro de extinción en 2017, dejando a los mamíferos marinos de lento movimiento en la lista solo como amenazados.

“El Servicio de Pesca y Vida Silvestre ahora tiene la oportunidad de corregir su error y proteger a estos animales en peligro desesperado”, señaló Ragan Whitlock, abogado del Centro para la Diversidad Biológica con sede en Florida. Según la Ley de Especies en Peligro de Extinción, una especie se considera «en peligro de extinción en toda su área de distribución o en una parte importante de ella».

La petición, también patrocinada por Save the Manatee Club, Miami Waterkeeper y otros grupos defensores del medio ambiente, sostiene que la contaminación de fertilizantes, las fugas de aguas albañales de tanques sépticos, las descargas de aguas residuales y el aumento del desarrollo urbano provocan la proliferación de algas que dañan los pastos marinos, de los que dependen los manatíes, especialmente en la costa este de Florida.

En 2021, Florida reportó la muerte récord de 1.100 manatís. Hasta la fecha, al menos 736 muertes de manatíes fueron reportadas, según la Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida. Las muertes de 2021 representan, según datos extraoficiales, el 13% de todos los manatís que se estima viven en las aguas de Florida. “Volver a colocar al manatí en la lista de especies en peligro de extinción mejoraría el escrutinio federal de los proyectos y problemas que involucran a los manatíes y traería más recursos para abordar el problema”, señaló Patrick Rose, director ejecutivo de Save the Manatee Club.

El Servicio de Pesca y Vida Silvestre tiene 90 días para determinar si se justifica la restauración del manatí al estado de peligro y, de ser así, 12 meses a partir de la fecha de la petición para completar una revisión del estado del manatí. Mientras tanto, los funcionarios estatales de vida silvestre anunciaron que seguirán con el programa de alimentación experimental con lechuga para los manatíes que se reúnen por cientos durante el invierno, en la descarga de agua tibia de una planta de energía eléctrica cerca de Cabo Cañaveral.

El año pasado, alrededor de 202.000 libras de lechuga, en su mayoría donadas, fueron repartidas entre manatís. Pero los expertos en vida silvestre advierten que ausencia de pasto marino continuará dañando a la población de manatís si no se presta mayor atención a la reducción de la contaminación.

La Unión Mundial para la Naturaleza señala que las principales causas de muerte de los manatís son cuestiones relacionadas con los humanos, como la destrucción del hábitat y la presencia de objetos residuales en el agua. Su naturaleza curiosa y de movimiento lento ha llevado a colisiones violentas con botes y barcos impulsados por hélices. Se han encontrado manatís con más de 50 cicatrices de palas de hélice.

Las causas naturales de muerte incluyen temperaturas adversas, depredación de crías por cocodrilos y enfermedades. Los manatís están catalogados por la organización internacional como vulnerables a la extinción. Sin embargo, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE UU ya no considera que el manatí esté «en peligro», ya que rebajó su estado a «amenazado» a partir de marzo de 2017.